Estados Unidos pone fin a la fabricación del centavo tras más de 230 años de circulación
El miércoles 12 de noviembre de 2025, en la sede de la United States Mint (Casa de la Moneda) en Filadelfia, se acuñó la última tirada de la moneda de un centavo (penny) en circulación en los Estados Unidos. Con ello, se marca el fin de una era que comenzó en 1793.
¿Por qué se tomó la decisión?
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Cada centavo cuesta aproximadamente 3,69 centavos de dólar en producirlo, lo que implica una pérdida para las arcas públicas.
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El United States Department of the Treasury estimó un ahorro inmediato de unos 56 millones de dólares al año si se deja de acuñar esta pieza.
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Además, el uso de monedas de un centavo ha ido disminuyendo frente a los pagos digitales y de otras denominaciones, por lo que su utilidad real en transacciones cotidianas se ha visto reducida.
¿Qué cambios implica para ciudadanos y comercios?
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La moneda seguirá siendo de curso legal, por lo que los centavos actuales pueden seguir usándose para pagos, depositarse en bancos o acumularse.
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En tanto, los comercios que acepten efectivo deberán prepararse para un eventual redondeo de precios al múltiplo de cinco centavos en efectivo, dada la eliminación futura de nuevos centavos.
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El retiro gradual de la producción no significa que los centavos desaparezcan de un día para otro; se estima que la transición hacia su desaparición como moneda activa tomará años.
Contexto histórico breve
La moneda de un centavo de los EE.UU., comúnmente llamada “penny”, comenzó a acuñarse bajo la Ley de Acuñación de 1792 y ha sido la denominación más baja del sistema monetario estadounidense. Desde 1909 luce el retrato del presidente Abraham Lincoln, y desde 1982 ha tenido una composición de 97,5 % zinc y 2,5 % cobre.
La decisión plantea varias cuestiones:
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Ahorro para el gobierno: al detener la acuñación, se libera un gasto innecesario que por años se produjo con pérdidas.
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Cambio en la cultura del efectivo: indica el creciente desplazamiento de monedas de menor valor ante medios de pago electrónicos o billetes de mayor denominación.
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Ajustes en la economía cotidiana: aunque los centavos seguirán circulando, los redondeos y la adaptación de comercios podrían afectar la forma en que se maneja el cambio en efectivo.
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Impacto simbólico: una moneda que estuvo vigente más de dos siglos deja de producirse; esto llama a reflexión sobre cómo evoluciona la moneda física en un mundo cada vez más digital.













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