Image
Chofer de ómnibus sufre crisis epiléptica, cruza semáforo en rojo, choca un auto y termina sobre la vereda en Montevideo

Chofer de ómnibus sufre crisis epiléptica, cruza semáforo en rojo, choca un auto y termina sobre la vereda en Montevideo

En la mañana del miércoles 19 de noviembre de 2025, un incidente de tránsito en Montevideo generó alarma y pánico, aunque afortunadamente sin víctimas fatales. El hecho ocurrió en la intersección de la avenida Agraciada y la calle Tapes, en la capital uruguaya. 

Un ómnibus, conducido por un hombre de 62 años, cruzó un semáforo en rojo, colisionó con un automóvil que intentaba continuar su marcha con luz verde y luego terminó subiendo a la vereda.  Según testigos, al aproximarse al vehículo tras el impacto, observaron que el conductor del ómnibus tenía “los ojos blancos” y aparentaba no responder con claridad, por lo que rápidamente se llamó a los servicios de emergencias. 

El personal médico que atendió al hombre constató que presentaba “convulsiones continuas” y lo trasladaron al Hospital Maciel para una evaluación más profunda, donde se confirmó que había sufrido una crisis epiléptica. 

Las fuentes policiales informaron que el conductor del auto – un hombre de 54 años – fue sometido a una espirometría, cuyo resultado fue negativo. La calle fue liberada al tránsito tras el levantamiento de los vehículos. Asimismo, el hecho fue puesto en conocimiento de la Fiscalía actuante, que dispuso la entrega de los vehículos “bajo recibo” para las partes involucradas. 


Contexto normativo y salud

En Uruguay, la normativa para la expedición y renovación de licencias de conducir profesionales establece condiciones rigurosas para quienes padecen ciertas enfermedades neurológicas o presentan crisis convulsivas frecuentes. Por ejemplo, la normativa departamental para la ciudad de Montevideo indica que “quienes padezcan de epilepsia, que aunque compensada y tratada, hayan tenido una crisis convulsiva en menos de 1 año, o los que padezcan crisis subintrantes” pueden ser considerados no aptos para la conducción. Esto significa que más allá de la buena fe del conductor, la existencia de una condición médica de este tipo requiere seguimiento, evaluación médica especializada y posiblemente restricciones, para asegurar la seguridad vial.


Este accidente pone de manifiesto la importancia de la supervisión médica en los conductores profesionales y la necesidad de combinar salud, prevención y seguridad vial. Si bien el conductor sufrió un episodio inesperado de salud, el resultado pudo haber sido mucho más grave de no mediar el rápido accionar de testigos y servicios de emergencia.


Para el medio de transporte público —y para cualquier persona que maneje vehículos de gran porte o que transporten pasajeros— resulta esencial cumplir con los controles periódicos, declarar condiciones médicas relevantes y, en caso de crisis o enfermedades neurológicas, evaluar pausas o alternativas hasta que se obtenga el visto bueno médico correspondiente.


Tags

Deja un comentario

Comentarios

Aún no hay comentarios