Es gracioso pero pudo ser grave caida: el percance de Álex González, baterista de Maná
El popular baterista Álex González, miembro de la emblemática banda mexicana Maná, vivió un inesperado momento durante un concierto internacional que ha dado la vuelta al mundo.
En medio de su actuación, mientras ejecutaba una sección de batería con energía, sufrió una caída que lo dejó brevemente fuera de escena y generó preocupación en el público.
El episodio ocurrió cuando González, apodado “El Animal”, se encontraba al frente del kit de percusión en un show que contaba con gran expectación. Según los testigos, la caída no fue provocada por otro artista ni por un accidente de equipo externo, sino por un mal apoyo al levantarse tras una pausa del ritmo, lo que lo hizo perder el equilibrio y caer al suelo del escenario. Afortunadamente, y pese al susto, se levantó por sus propios medios y continuó la presentación con visible ánimo, recibiendo el aplauso y apoyo inmediato del público y sus compañeros de banda.
Poco después del incidente, la propia agrupación compartió un comunicado en redes sociales informando que Álex González se encontraba “bien, recuperándose y agradecido por el cariño recibido”. La banda reiteró su compromiso con los fans y aseguró que el espectáculo siguió con normalidad para respetar a quienes asistieron.
Este tipo de situaciones en un escenario de gran envergadura sirven como recordatorio de la exigencia física que conlleva la música en vivo, especialmente para los bateristas, que durante minutos o horas mantienen un nivel muy alto de energía y concentración. En el caso de González, cuya trayectoria al frente de Maná supera las tres décadas y ha trascendido fronteras lingüísticas y culturales, el incidente ha sido tema de conversación en portales de entretenimiento y redes sociales, donde seguidores expresaron solidaridad, alivio y admiración por su profesionalismo al seguir tocando tras el tropiezo.
El episodio no ha sido impedimento para que la banda continúe con su agenda de presentaciones, y muchos de sus fans destacaron que la forma de manejar el incidente —con calma, transparencia y gratitud— refuerza la imagen de cercanía que ha caracterizado a Maná. Se espera que la caída quede sólo como un anécdota menor en una extensa carrera plagada de éxitos, y que González se recupere completamente sin que este episodio afecte su desempeño ni la planificación de giras.
Para los seguidores de la música en español y de los espectáculos en vivo, esta historia también abre la reflexión sobre la seguridad en los escenarios, los protocolos de asistencia —ya sea médica, de montaje o de logística— y la resiliencia de los artistas ante momentos imprevistos. En definitiva, un susto que pudo haber sido mayor, pero que quedó en una caída que refuerza más que debilita la entrega de un músico que sigue en plena actividad.













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